viernes, 15 de noviembre de 2013

Un final inesperado


En una noche de tormenta Maxi propuso hacer un viaje a Punta Arenas a sus tres amigos, Martina, Paula y Alexis. Dos de ellos respondieron que si, pero Martina no estaba muy convencida de ir por los peligros de la ruta y por miedo a tener un accidente, de todas formas, fueron todos.
Después de hacer 500 km no se podía ver nada por la niebla. Se detuvieron en la banquina y a lo lejos divisaron una casa. Cuando llegaron al lugar vieron que estaba abandonada, pero no les importo, porque solo era para descansar hasta que la niebla se vaya. 
A los pocos minutos un hombre les golpeó la puerta, Maxi abrió y le preguntó qué quería, el hombre le contestó -En esta casa pasan cosas muy raras, acá vivía una anciana y nadie sabia de dónde era, también se escucharon rumores que decían que había matado a su propio esposo. Ella murió aproximadamente en 1925 en esta misma casa y dicen que su espíritu todavía sigue acá-. Los cuatros quedaron muy asombrados de lo que les contaba el hombre, los chicos sacaron la cuenta para saber hace cuanto años había muerto la anciana, Alexis le dijo -pero esto pasó hace 38 años, no nos puede pasar nada-.
Al rato que se fue el hombre los chicos empezaron a escuchar ruidos desde un habitación. Martina y Paula estaban re asustados, Alexis y Maxi fueron a ver de dónde provenía ese ruido tenebroso. De repente Alexis vio pasar una sombra cerca de Maxi, los dos corrieron hasta dónde estaban las chicas y les dijeron lo que les había sucedido. Después de contarle salieron afuera corriendo hacia al auto y se dieron cuenta que ninguno tenía la llave y que estaban las cuatros ruedas pinchadas. Tuvieron que volver adentro de la casa, con mucho miedo, abrieron la puerta. Maxi le dijo a Alexis que mire si había alguien o algo extraño ... 
Pasó mas de media hora y Alexis no aparecía. Maxi, Martina y Paula se preocuparon y fueron a buscarlo. Entraron a una habitación que tenía muchos cuadros con fotos en blanco y negro muy feas y todas las paredes estaban húmedas, miraron al rededor y no vieron a Alexis, vieron un mueble muy antiguo y grande. Allí había ropa de la anciana, de repente, se dan vuelta y ven a su amigo en el espejo pidiendo ayuda. Los tres se desesperaron al ver a Alexis en el espejo, intentaron sacarlo de muchas formas, pero ninguna de esas formas funcionó. Los tres se dieron cuenta que no podían sacarlo, entonces se fueron.
Cuando salieron de la habitación vieron que la anciana caminaba hacia ellos, corrieron sin parar hasta que se metieron en el baño y empezaron a discutir para ver cómo podían terminar con ese horror. Es así que Paula dice - ¿Si quemamos la casa? Capaz que el espíritu de esa anciana se va o ¿no?, Martina agrega - ¿ Y con Alexis qué hacemos? Porque no lo pudimos sacar del espejo, Paula le contesta: - Alexis ya no esa aquí con nosotros esta en otro lado que quién sabe dónde es, Maxi les dijo: - Vamos, vayamos afuera y quememos esta casa de una buena vez. 
Se van afuera y empiezan a tirarle combustible del auto, Martina y Paula empiezan a prender los fósforos. Después de prenderla, se van al auto a descansar. Al día siguiente Maxi va hacia la casa a ver si encontraba algo de Alexis, pero no encontró nada. Va corriendo hacia el auto y les dice a las chicas - Ya terminó todo, no podemos ver mas a Alexis ya esta en un nuevo lugar.
Maxi, Martina y Paula no llegaron nunca a Punta Arenas, soló sé que regresaron a sus casas y les contaron a sus familias y a la familia de Alexis la triste noche que pasaron. Y nunca mas se supo nada de su querido amigo.

Micaela Telechea y Ariana Cortez


domingo, 10 de noviembre de 2013

El arca de los viejos

En 1997 los viejos dueños de la estancia San Gregorio fallecieron, como no habían herederos, la estancia quedo abandonada. La gente no se acercaba porque corrían rumores de que en el lugar habitaban los espíritus de los viejos. Un 15 de febrero de 2012, Mauricio y Galo, dos estudiantes millonarios hijos de jueces, cruzaron por el lugar y pensaron que era un buen lugar para hacer una de las tantas fiestas temáticas que hacían, le iban a poner "El arca de los viejos".

Ellos se encargaron de arreglar el lugar e invitar gente, la fiesta fue un éxito pero después de esa fiesta no volvieron a ver a Mauricio. Lo buscaron por todos lados pero no apareció, recorrieron cada una de las casas de la estancia y no encontraron rastros.

Al día siguiente, con la luz del sol, vieron unas pequeñas huellas, las siguieron y llegaron hasta el cuerpo sin vida de Mauricio.

La noticia había trascendido hasta los medios y así fue como el Papa Francisco se comunicó con la familia y le brindó su ayuda y su bendición. A la semana siguiente, la familia decidió investigar la muerte y realizaron una autopsia para ver qué le había sucedido, esta reveló que Mauricio había muerto de un paro cardíaco. Luego de unos días los chicos vieron las fotos de la fiesta y notaron algo extraño en las fotos donde estaba Mauricio. En ella se podía ver un fantasma detrás de él. Los chicos consideraron que había muerto de un susto al ver y sentir los espíritus. Esta conclusión quedó entre la familia y amigos de Mauricio, ellos decidieron no comunicarlos a los medios por miedo a que no le crean.

Sharon Jara, Soledad Campos y Ainara Fernandez 


Estancia La Blanca

Armando tenía 67 años, vivía en la estancia La Blanca, junto a su yerno Gabriel de cuarenta años y también vivía con sus nietos, Francisco que tenía veintidos años y Alexis de veinte.
La casa estaba en medio del campo y a unos 100 mts se encontraba otra vivienda, que estaba abandonada, porque el dueño había muerto hace unos años.
El 2 de noviembre del 2005 Armando, Gabriel, Francisco y Alexis estaban por comer un asado que había hecho Armando tipo 21:30 hs.Después de cenar, Francisco vió que se prendía la luz en la casa que estaba frente a ellos. Enseguida preguntó si el lugar seguía estando habitada, Armando le contestó que la casa no estaba habitada porque el dueño había fallecido hace mas de dos años, y desde entonces, nadie mas vivió allí. 
Al día siguiente, fueron a fijarse sobre el tema de la luz, se encontraron con que en la casa no había un sólo foco, empezaron a sospechar. Armando llamó al hermano del vecino que había muerto y le comentaron lo que había pasado esa noche, a la media hora llegó el hermano del finado llamado Roberto, se quedó hasta el anochecer con ellos y volvió a pasar lo mismo. Roberto propuso ir a ver lo que estaba sucediendo, cuando fueron a 15 mts de la casa vieron pasar una sombra. Volvieron todos corriendo y asustados hasta la casa.
Finalemente, decidieron llamar a un curandero amigo de Roberto. El curandero logró comunicarse con el finado a través de voces y lograron que el muerto pudiera descansar en paz.


Lucas Curilem y Daniel Altamirano



La Estancia San Gregorio

Un señor llamado Ramiro, se mudó a una estancia llamada San Gregorio con su familia. 
Una noche de martes 13, Ramiro salió afuera, la puerta se cerró sola y se escucharon ruidos en la estancia. Con miedo, Ramiro llamó a un cura para que bendiga el lugar, después de eso, no se oyó mas nada en la estancia.

Ezequiel Medina



Cuento de terror

En el aula empezamos a trabajar con cuentos de terror, leímos el libro que realizaron los chicos de la escuela hace unos años atras, trabajamos con "La casa del Juez" de Bram Stoker y con distintas leyendas urbanas, entre ellas, la historia del pueblo fantasma llamado Estancia San Gregorio,ubicado en Chile, en la ruta que lleva a Puntas Arenas. Finalmente inventamos nuestros propios cuentos y provocar miedo en el lector.





lunes, 4 de noviembre de 2013

El accidente fatal


Una noche fría y oscura en la avenida Colón dos jóvenes de 17 y 18 años, estaban en una moto Zanella  125 c.c. color roja.

El joven de 17 años se llamaba Agustín y manejaba la moto, el acompañante de 18 llamado Martín iba ebrio. Tuvieron un accidente el día 23 de marzo y el peritaje detectó que ninguno de los dos chicos tenía casco. Martin tenía heridas leves y el joven de 17 años fue internado en el hospital municipal. Chocaron con una camioneta, una Ford 4x4, modelo 2009.

Al mes siguiente se terminó de recuperar Agustín, mientras que Martín se recuperaba más despacio y el 5 de mayo empezó a recobrar, de a poco, la memoria. Contó que la culpa había sido de ellos aunque el peritaje había dicho lo contrario. 

En cambio, cuando Agustín despertó, lo primero que dijo fue el número de la patente de la camioneta ─XNE999─, y que era de color azul. Decia que el hombre de la camioneta se había dado a la fuga. La policía detectó un video con las cámaras de la municipalidad, y concluyeron que la culpa había sido de la camioneta. La moto venía por la Avenida Colón y la camioneta por Chaco.

Los policías encontraron al conductor de la camioneta, le hicieron unas preguntas y a los pocos minutos, él confesó, dijo que estaba ebrio y hablando por celular.Venia a cierta velocidad, no alcanzó a frenar y se le fue la camioneta, fue entonces cuando se produjo el choque y Martín pensó, equivocado, que era su culpa porque estaba muy ebrio.

 Melany Perez


domingo, 3 de noviembre de 2013

La sospecha del vecino


Un día como todos, estaba en mi casa mirando tele, era alrededor de 3.55 a.m. De pronto, en la ventana de mi cocina, escucho gente murmurar, me asomé para ver qué sucedía, en ese mismo instante recordé que un día me había llegado un rumor sobre mi vecino, algo así como que vendía droga. Yo no sospeché nunca porque parecía buena persona, pero ese día empezó mi sospecha. Escuché que unos chicos decían que “la vendía a precio justo, lo dudé desde ese entonces. 

Quería saber qué pasaba y comencé a quedarme despierto por las noches para averiguar. Una noche escuché una sirena y por la ventana vi un resplandor azul que entraba por allí, me asomé a ver y era la policía que por lo visto venia a allanar la casa. 

Mi vecino asustado salió a hablar con un policía para saber qué sucedía, el oficial le mostró una orden de allanamiento. Él les dijo que esperen un rato y se metió a su casa, después de cinco minutos, salió, la policía entró rápidamente y a la media hora salieron todos, no encontraron nada. Bueno, así terminó esa noche.

La semana siguiente unos chicos golpearon la puerta de mi casa, confiado, salí y vi en mi cara la punta de una pistola, dos jóvenes rápidamente se metieron en mi hogar, me pegaron y quedé inconsciente por media hora mas o menos. Cuando abrí mis ojos estaba amarrado a una de mis sillas, de manos y pies. Uno de los dos le dice al otro _Dale Pablo, despertalo. Este chico, Pablo, me miró, me apuntó de nuevo con su arma y me gritó preguntándome:

─¿dónde está?─. 

─¿El qué? ­─le dije.

─La pasta, la merca, la droga, ¿qué te haces el otro? Si sabes bien de lo que te hablo, dale entregamelo todo ─me respondió este chico─.

Asustado le grité, apretando mis ojos, que yo no tenía nada, que el que vendía era mi vecino. Pablo de pronto dice:

─Miguel, andá a revisar─.

Y cuando abrió una puerta gritó nervioso:

─Noooo!!! Ahí no entrés─.

Me callé de pronto mirando hacia otro lugar. Escuché unas sirenas y los jóvenes salieron corriendo. Antes de llegar a la puerta, uno de ellos tropezó con una baldosa floja, cuando la corrió descubrió el lugar donde escondía una parte…

Me quedé tranquilo porque el resto lo tenía bien oculto en otro lugar. Ellos se llevaron lo que vieron y huyeron. Traté de aflojar la cuerda para liberarme, pero no lo logré. Llegó la policía y me desataron, pero tenían en mano una orden para allanar mi casa. Encontraron todo. Fui preso. Hoy en día estoy acá en mi celda, contándoles esta historia, esperando a poder ser libre de nuevo. Solo me quedan dos años después de estar quince años en la cárcel.

Yasmin, Daniel y Braian